Poesía Quiero en tus Brazos Morir Cuando ya mi piel se opaque perdiendo su lozanía, cuando se cansen mis días por no dejar de vivir, cuando no haya otro porvenir que observar atardeceres, y sólo obtenga placeres al recordar lo que fui, cuando el invierno esté aquí congelándome los huesos, y sean solo tus besos mi abrigo, mi sol, mi paz, cuando me cueste ya caminar por los sinuosos caminos, sabiendo que mi destino se cierra en la despedida, cuando vislumbre ya la salida de este regalo del cielo, y sólo obtenga consuelo aferrándome a tu abrazo, cuando me llegue el ocaso y tu mirada me llore, recordando los amores que por tu amor escribí, cuando el telón diga Fin y deba abordar el vuelo, le pediré a Dios mi deseo: "QUIERO EN TUS BRAZOS MORIR" Poesía de amor, poesía de enamorados, leer poesía de amor, leer poesía para enamorados, la mejor poesía de amor, leer un poema de amor, mejores poemas de amor, poema de amor rimado,
"Anibia y el León" -Cuento corto- Autora: Mariela Marianetti "Cuenta la leyenda que Anibia veía a un león a su lado cuando miraba su reflejo en el agua. Sólo lo veía ella, nadie más podía hacerlo y sólo lo veía cuando se miraba en un espejo de agua cristalina como aquel en el que, de niña, lo vio por primera vez. El león venía hacia ella, la miraba fijamente y ella, lejos de asustarse, le sonreía en el reflejo. Siempre se repetía la secuencia. El león jamás se iba su lado. Un domingo muy cálido de la incipiente primavera, un gran pintor llegó al pueblo y, como una casualidad de la vida, se cruzó con ella en su camino a la Posada. Detuvo el carruaje y la admiró paseando con su madre por la plaza. Sintió el timbrar del campanario de la vieja iglesia y suposo que ellas concurrirían. Entonces rápida pero tímidamente les cruzó el paso y le expresó a Anibia su deseo de retratarla. Anibia, entre confundida y temerosa al ver a tan dignatario caballero frente a ella y buscando p